Los Cazarrecompensas son un reducido número de Conscientes que han encontrado en esta ocupación una forma de evitar la persecución de los Purgaritas, y al mismo tiempo, una forma de vida que les aporta poder. Sirven a los intereses de Purgatorio y a veces trabajan para algún Consciente, dependiendo del precio, pero lo cierto es que principalmente sirven a su propio interés.
Armados con poderosas habilidades extrasensoriales, los Cazarrecompensas recorren incansablemente Purgatorio, en busca de los objetivos encargados. Una extensa variedad de Estigmas les permite retener bajo su control a las víctimas capturadas, hasta que son llevadas junto a aquellos que pusieron precio a sus consciencias. Cuando el trabajo está hecho y han cobrado su botín, suelen desaparecer durante un tiempo del lugar donde han estado cazando. Para permanecer largas temporadas ocupados en gastar la recompensa obtenida y a la espera del siguiente trabajo. No mantienen ningún tipo de relación amistosa o emocional con ningún otro Consciente, del mismo modo que nunca trabajan en equipo. Son extremadamente desconfiados y egoístas, y no dudan en eliminar cuantos obstáculos haya en el camino hasta su presa, incluyendo a otros posibles Cazarrecompensas.
Los Cazarrecompensas no sufren los efectos de una elevada moralidad, por lo que no se ven afectados por excesivos remordimientos. Debido a ello obtienen una bonificación en la reducción del daño directo o indirecto, sobre el atributo Culpa, de 5 puntos básicos. Por el contrario, y debido a esa frialdad innata, se ven incapacitados para sentir emociones, por lo que suelen recurrir con mayor frecuencia a los servicios de un Sensitivo. Los recuerdos emocionales son muy escasos en la mente de un Cazarrecompensas, lo que les obliga a gastar una parte importante de sus botines en adquirir recuerdos ajenos.
Un Cazarrecompensas no distingue entre un Consciente y otro, y jamás se cuestiona sus actos. Para él, los cautivos de Purgatorio son tan solo presas a las que cazar.
Un saludo y hasta pronto.